Entrada destacada

EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

Imagen
 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

BROTHER APE - Shangri-La (2006)

El poder de la música está indefectiblemente ligado a las vivencias y a los recuerdos. Una música que no tenga capacidad de evocación no ejerce en nosotros ningún efecto. 


Existen principalmente dos maneras de escuchar música: una forma es mecánica, superficial y directa. Es el sonido inconsciente que como mucho nos hace movernos físicamente o llenar el vacío del silencio. La otra está en la parte cerebral, en el intelecto y ahí tenemos gran parte de la película de nuestra vida. Toda música que remueva nuestros recuerdos y nuestras imágenes es la que perdura en el tiempo. La otra es un efecto plano como un placebo temporal. Esto se traduce en que conforme envejeces las nuevas tendencias y las nuevas músicas nos son completamente ajenas salvo que una nueva banda ponga en funcionamiento tu archivo cerebral y te dé una patada emocional que te despierte del coma de la vida cotidiana. Normalmente la mayoría de las bandas que os comento en esta sección tienen ese poder de evocación ya sea por un aspecto o por otro. Evidentemente es algo subjetivo. No tengo por costumbre hablar de algo que no me diga absolutamente nada. Sería un comentario crítico completamente aséptico hecho con desgana como les ocurre a muchos críticos musicales que “oficialmente” tienen que vivir de ello o están sujetos a las presiones de las modas y tendencias como buenos snobs. No es nuestro caso y afortunadamente gozamos de plena libertad de movimientos.  
      

Brother Ape son una auténtica macedonia de influencias y sonidos, pero la manera tan correcta e inteligente de hacerlo les da una identidad propia. Durante la semana he ido avanzando en su escucha y no dejo de sorprenderme en dos aspectos: La facilidad para la melodía directa y atractiva y lo impredecible de la composición. No es nada fácil combinar tantos estilos que pueden ir del beat sesentero o el pop refinado pasando por la psicodelia y el clasicismo o el intimismo acústico, para llegar a la fusión rock prog y directamente al rock sinfónico. Pero no solo eso, incluso dentro de cada estilo hay detalles y ráfagas que pueden ser inclasificables y hasta inventadas. Es curioso como dentro de la “familiaridad” melódica de esta música hay terrenos curiosos de originalidad y pasajes altamente inventivos. Esto resulta sumamente atractivo para la escucha porque un oído acostumbrado al rock progresivo va adquiriendo con los años ciertas fórmulas que casi siempre se repiten y la mayoría de los cambios son más o menos previsibles. 

En Brother Ape surge muchas veces la sorpresa incluso para un oído muy acostumbrado a este tipo de música. La forma con la que tratan las voces, la construcción melódica y la estructura compositiva es fascinante porque a veces te descolocan: no te lo esperabas. Eso para mí es importante porque consiguen plenamente tu atención y no te aburren en absoluto.  Sin una alta técnica esto sería imposible de conseguir como puede deducirse. Otro aspecto es el absoluto positivismo de su música. Su alegría constante. Su invitación a la euforia. Son completamente antidepresivos y sensacionales. Cuanta falta hace esto en el momento histórico-histérico en que vivimos. 


Cualquiera de las canciones que componen este “Shangri-La” es un canto a la alegría natural. La tremenda guitarra solista es un chute de adrenalina positiva. Las partes de guitarra acústica son preciosas y las melodías emocionantes. Resulta encantador escucharlos. Tienen fuerza, vida y entusiasmo y esto aumenta conforme más los escuchas. Doce temas que oscilan entre los 2 a 7 mtos que son pequeños mundos en sí mismos. Me encantan.  
Alberto Torró                                                                                                                                                         
                                











Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
                                                                                      





que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias

Comentarios