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Love Live Life – 殺人十章 = 10 Chapters Of Murder (1972)

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 No hay duda alguna que la visión de los japonés en los 70’s siempre ha sido algo digno de apreciar, hoy en día cualquier manifestación que deslumbra Japón en cuestiones de ARTE logra ser algo memorable, freak y hasta de una delicadeza bárbara. Este álbum es justamente eso, y me gustaría que ustedes puedan apreciar un poco más de esa performance que solo Japón sabe manifestar en su música.10 Chapters Of Murder - from Colin Wilson's Encyclopaedia of Murder es un álbum singular, quizás no logre ser extremadamente avant-garde pero logra llegar a un punto muy alto dentro de su concepto y se vuelve una experiencia fascinante.   Debo confesar que este álbum es una obra aun "fresca" para mis oídos y todavía no salgo por completo de su performance, sin embargo para mí esto es toda una aventura sonora al extremo pues es como navegar por ríos peligrosos, en si una verdadera experiencia. Si bien sabemos que los "conceptos artísticos" de los japoneses en ocasiones son bizar

MAGMA - Wurdah Ïtah (1975)

La primera versión del segundo movimiento de Theusz Hamtaahk sería en un principio considerado como un trabajo en solitario de Christian Vander para una película sobre una versión de Tristan e Isolda, extraño film de la época llamada “arte y ensayo” de un director llamado Yvan Lagrange y se llamaría Wurdah Ïtah. Al poco tiempo sería considerado el quinto álbum de Magma, aunque en esta ocasión el trabajo se reduce a cuatro únicos miembros. Vander tocaría aquí los teclados, piano acústico y Fender Rhodes, además de su batería, percusión y voz, Stella y Basquit a las voces, y al bajo Jannick Top.


 Una versión minimalista de Magma aunque en su escucha no lo parezca en absoluto por la riqueza de recursos e imaginación vocal que emplean. Las voces en este disco, sin necesidad de grandes coros y excesos épicos, son realmente fabulosas. Tampoco es un disco fácil, pero es mucho más agradecido y lírico que los anteriores. 12 piezas relativamente cortas que forman un todo a modo de suite y tremendamente variado en melodías, ritmos y estructuras. Vander es un músico total, tan bueno en los teclados como percusionista. Además, su voz es única en todo el panorama de cantantes conocidos y por conocer. Su voz es un instrumento solista capaz de deslumbrar con extrañas improvisaciones como si de un saxo coltraniano se tratase, hay que oírlo para creerlo y en futuras composiciones llegará al éxtasis y entenderéis lo que quiero decir. 

El idioma köbaiano en realidad no tiene traducción, aunque algunos lo han intentado. Es una forma fonética exclusivamente creada para su música. Una genial excentricidad sin duda y realmente acabas convencido de que ningún otro idioma, incluso el francés propio se adaptaría a esta forma tan especial de música increíble. 

Wurdah Ïtak se iría enriqueciendo en sus posteriores versiones en directo, y como en todas las grandes composiciones magmáticas sus formas se amplían en colorido y en sensaciones constantemente cambiantes. Así pues, la música de Magma en sus casi 50 años de existencia, es una composición constante. La terminología que el propio Frank Zappa empleaba para su música como “continuidad conceptual” es mucho más exacto en el caso de Magma. El mundo de Kobaïa parece no tener ni principio ni fin. 


Este quinto álbum te engancha a la primera, aunque también es cierto que yo ya llevaba una buena dosis de escuchas previas de otros de sus discos para estar lo suficientemente “familiarizado” con el asunto. Wurdah Ïtah te recarga las pilas y la serotonina cerebral sin necesidad de Prozak. Ya va incluido. De la mitad hacia el final pareces estar escuchando extrañas y salvajes danzas eslavas de la Rusia ancestral con mi querido Stravinsky incluido (este es un apunte personal) La música es exultante, llena de vida y energía y tiene partes verdaderamente maravillosas que te aíslan por completo de la insulsez de la vida cotidiana. Como un mundo paralelo imposible.

 La música de Magma penetra en la piel y los sentidos casi sin darte cuenta y sientes un especial privilegio de haberlos conocido. La pasión que ponen en lo que hacen acaba en una complicidad entre músico y oyente. Es difícil de explicar, hay que sentirlo y esa es la magnificencia de la música, el arte más grande que el hombre ha creado. Creo que soy lo suficientemente explícito.
Alberto Torró









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