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KENNELMUS - FOLKSTONE PRISM (1971)

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 Folkstone Prism es álbum que logra sorprendernos gratamente por sus composiciones, arreglos, melodías, atmósferas y estructuras melódicas. En si esta obra de Kennelmus presenta una performance bastante aceptable, ya que se puede apreciar: ambientes psicodélicos bastantes interesantes y "pintorescos" y una postura acida muy encandilada con la esencia folk. En si un álbum "delicioso" que presenta una cara totalmente instrumental y otra con unos desarrollos extraños que se inclinan por un sonido Acid Folk denso y por momentos extravagante. En resumen se podría definir todo el concepto de Kennelmus como un álbum Psych Folk con tintes “Heavy” y salpicado de momentos progresivos. 1971 sin duda alguna es el año de las transiciones. Mis impresiones para este álbum son regulares, nunca me lleno del todo, aunque reconozco que el álbum tiene momentos bastante interesantes dentro de todo ese revoltijo lisérgico. Aprecio más  su lado A (instrumental) que su lado B (canciones) p

MAGMA - KÖHNTARKÖSZ (1974)

La forma de actuar de Magma en sus conciertos era presentar piezas nuevas que estaban en período de gestación y con un amplio margen a la improvisación digamos que controlada, porque cada música y track en directo se convertirían posteriormente en las grandes composiciones de estudio. Una forma de proceder atípica como casi todo lo que concierne a este extrovertido y genial personaje llamado Vander. La semana pasada hablamos de una de las partes que componen la primera gran trilogía épica y vuelvo a nombrarlas porque con la cronología de Magma es muy fácil perderse y el origen de una composición puede estar muchos años atrás de la grabación definitiva y la edición oficial en estudio. Mekanïk Dëstruktïw Kommandöh fue el tercer movimiento de otros dos : el primero Theusz Hamtaahk se grabaría completo en 1980 nada menos. El segundo Würdah Ïtah lo haría en 1975. Un poco lioso ya lo sé, pero así es esta historia.


Köhntarkosz de 1974, el disco y personaje que nos ocupa hoy, se gestó a la par que Mekanïk pero musicalmente es completamente distinto al anterior. En esta ocasión sería el primer movimiento de la segunda trilogía, y me da la sensación de estar hablando de Richard Wagner y la saga del anillo por la forma en que sucede la historia de Magma, pero nada que ver por fortuna musicalmente con el visionario germano. Fueron muchas las composiciones previas a este trabajo como iremos viendo a lo largo de los artículos semanales y todo encajará, o eso espero, al final de esta fascinante historia. Köntarkosz es un personaje de la mitología Kobaiana y me remito a los “literatos magmáticos”, que como los de Star Trek o Dune, controlan hasta el color de la ropa interior de sus héroes. Mi caso es hablar de música y poco más. A grandes rasgos la historia relata el descubrimiento de la tumba de Emehntteh Ré. Una antigua deidad o leyenda egipcia que conoció los albores de la civilización de Kobaïa y de la visión metafísica que ese descubrimiento le produce. Fúmate un buen porro y unas copas de cognac francés caro y a lo mejor entiendes algo de esta locura. Yo insisto en la música y esa es mi función.

Köhntarkosz es un disco muy difícil del cual yo no recomiendo empezar si no has oído nada de la banda. Un desafío en toda regla incluso para mí. Me ha costado lo suyo penetrar en su telúrico mundo de tensión y oscuridad. Una bajada a los infiernos. No obstante, si pasas esta prueba, estás ya preparado para disfrutar de esta banda el resto de tu vida. Reconozco que con los años cada vez más me gustan las músicas difíciles, quizás porque ya lo he escuchado todo, por la vejez, la rutina, lo previsible, la falsedad de todo, no lo sé. En Magma veo algo auténtico, insobornable, incluso con algunas concesiones fáciles que hicieron en los 80´s porque nadie está libre de pecado. Köhntarkosz tiene mucho de misterioso, de diferente, de música de otro mundo y no hay concesiones a la bondad. Es como un viaje al mundo de Tanatos, al mundo de la oscuridad y la muerte y al mismo tiempo un empuje de rebeldía, de ira. Un trance entre el temor a lo desconocido y a la iluminación.


 La primera parte son 15 mtos estáticos y extraños. Su ritmo se acentúa en los tiempos débiles del compás, una demencial marcha a contratiempo donde la música no se sabe si avanza o retrocede. El efecto es raro, atípico y el que sepa leer música se dará cuenta de la genialidad de la composición. Un oído convencional, lo más probable no podrá soportarlo porque lo interpretará como una música monótona. Se quedará desgraciadamente en lo superficial, porque ahora más que nunca la música precisa de nuestra atención al 100%. Las voces “no cantan” tocan, son un instrumento más y esto es muy importante resaltarlo aquí: Las voces en Magma son un instrumento más y este disco es fundamental para entender esto. Magma te hace traspasar una puerta a la que no estás preparado e incluso replantearte tu forma de sentir y escuchar música. Casi nadie consigue esto. Nos vamos a los otros 16 mtos de la segunda parte. La tensión acumulada debe deshacerse, porque nadie aguanta tanto peso de grava, telarañas, oscuridad, escarabajos sagrados y olores marianos bajo tierra y la visión inerte de la tumba hace pensar a nuestro héroe Köhntarkosz en el mensaje de la divinidad asesinada en los albores de los tiempos pre-kobaïanos y todo despierta: la ansiedad, las voces antaño histéricas encuentran un halo de luz y esperanza y una repentina euforia de la locura visionaria se desborda. La música corre ahora como un río estancado que revienta por siglos de putrefacción y muerte, las voces enloquecidas desaparecen y la música se lanza rompiendo la opresión y la pesadilla. Hay un camino a la superficie y hay que recorrerlo rápido y con entusiasmo. 

Un instrumento inusual en Magma es el órgano mientras el Rhodes define quien manda. Las voces se lanzan al éxtasis y a la evolución rítmica se acelera en uno de los pasajes instrumentales más cargados de jazz free avandgarde – rock que puedas imaginarte. La música es áspera y fantástica a la vez. La guitarra de Brian Godding no se atiene a parámetros y quema literalmente. Hacia el final vander recita gritos kobaïanos y las estructuras iniciales corren rápido en compases que se van frenando entre susurros rituales e incómodos. 


Dos piezas engordan el escaso minutaje de los 32 mtos de la pieza: Ork Alarm de Jannick Top con su cello incisivo y sus voces tribales y Coltrane Sundïa donde el voltaje general y la histeria bajan hacia el relax pianístico del propio Vander. Una recomendación es que no oigas a Magma por vez primera en este disco. Tirarás la toalla y probablemente le cojas manía. Es completamente natural. Magma no hace música para oídos convencionales. No lo oigas si no te apetece, seguirás en el mundo amable y agradable de la música. No pasa nada. Pero si entras en esto, no volverás a escuchar la música de igual manera en tu vida. Elige lo que quieras.
Alberto Torró



Temas

A1 Köhntarkösz Part One
A2 Ork Alarm
B1 Köhntarkösz Part Two
B2 Coltrane Sündïa






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Comentarios

  1. Buenas tardes. En Rockfonoteca deje un comentario señalando que el link mandaba al Mekanik Destruktiw y no al Kohntarkosz. Gracias por anticipado. Un saludo

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  2. Gracias por las palabras!

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